martes, 12 de mayo de 2009

Viva Satie!!!



Melancólico, Dramático y trágico a ratos, asi describo yo a este compositor francés de principios del S. XX, mismo que desarrolló con "gnossiennes" (una de sus principales obras musicales) un mundo enigmático, aquel que segun palabras de su principal biógrafa Mary E. Davis "parece querer decir que la vida es un espejismo entre dos fechas".

A mi más que inspirarme me transporta a épocas tal vés inexistentes, a imágenes que entre fantasía y realidad construyen tragedias o bien crónicas que describen emociones y sensaciones humanas. Las más profundas, las que da verguenza exponer en público o bien aquellas que no son fáciles de digerir como el Odio y el Amor por ejemplo.

Es por ello que no me gusta escuchar con otras personas música clásica o música instrumental, y menos a Satie, tengo la sensación de que pierdo ese sentido de intimidad que necesito con estos Géneros que, entre otras cosas, resultan ser tan sublimes para los oídos de pocos (afortunadamente se incluyen los míos) y tan aburridos, de manera esencial, para la mayor parte de la población mundial, al menos en este contexto, jeje.

Bueno !Viva Satie! espero que siga inspirando fondos de películas como The Painted Veil (2006) ó Chocolat (2000) que como fanático del cine incluyen el Gnossienne # 1 de este místico compositor.

Mi favorito es el Gnossienne # 3 aunque el 1 y el 4 también, jeje

Cerillos para el Boiler


Julio Cesar va conduciendo su automóvil con aquella “serenidad narcisista” que lo caracteriza. El sentirse el hijo pródigo de la Familia Robledo, le hace pensar que al llegar a casa de nuevo tendrá el control absoluto en la vida de cada uno de sus hermanos. Su afán por controlarlos no es justificado por el amor y la protección que quiere brindarles como hermano mayor, es más bien causado por la inseguridad que siente cuando está delante de ellos, se siente menos preparado definitivamente.
A una cuadra para llegar a su casa ensaya frívolamente las palabras despiadadas con las que comenzará su faena, aunque sabe de antemano que no puede llegar armando zafarranchos, tiene que ser cauteloso y calculador.
Baja del carro, coge las flores amarillas que tradicionalmente compra a su madre cuando los visita y camina en dirección de la puerta, insisto con ese aire de “serenidad narcisista” toca el timbre de la casa dos veces y espera. Al cabo de 4 segundos le abre su madre Doña Laura Cervantes Viuda de Robledo, todavía con el mandil puesto y limpiándose las manos en él, para abrazar a su hijo preferido.
Julio Cesar que gusto verte mi amor----grita eufórica mientras lo abraza casi encaramada en el----mami----le responde en tono chiquiado----que rico huele lo que estas cochinando para tu bombón----quien la quelle!!!!--- le hace cariños mientras la sigue abrazando y le pellizca las nalgas en son de picardía----ahhh!!!---grita sorprendida Doña Laura, de repente suelta una carcajada de felicidad y se siente la madre más afortunada por contar con un hijo tan perfecto y guapo como Julito---- anda ven acompáñame a la cocina para que me cuentes como te fue en tu trabajo, y todo, toooodo lo que has hecho en este mes que no venías.
Como a una distancia de 5 metros desde la puerta de una de las habitaciones, Luis mira a su madre y a su hermano avanzando abrazados a pasos agigantados hacia la cocina. Le llama la atención como su madre le festeja todo lo que Julito hace o dice, justo en ese momento, interrumpen su cabalgata y Luis observa iracundo como Julito le obsequia el ramo de Rosas Amarillas y ella pone cara de sorpresa y hace toda esa faramalla de sacar un florero de un trastero y colocarlas como si se tratara de un trofeo.
Una vez que se pierden sus voces entre el comedor y la cocina de esa casa de clase media, Luis se dirige al cuarto de lavado para encender el Boiler, piensa en lo infeliz que es al estar en una familia tan despreciable como la suya. Un padre muerto que casi ni conoció, una madre más estúpida que una mosca volando arriba de una mierda de perro, un hermano mayor que es precisamente esa mierda en la que vuela su madre. ----Como lo odio----se le escapa a la par que enciende un fosforo para prender el piloto del calentador e inmediatamente darse cuenta que ha pensado en alto, se quema con el fosforo y lo tira al piso ya sin flama, no hace caso a su quemadura y enciende uno nuevo y entonces piensa algo que diabólicamente emprenderá más adelante--- el fuego podría ser mi aliado---exclama, observando cautelosamente la llama, como si eso que pensó en instantes previos fuera lo que le saciará por completo ese enorme vacío, un abismo interminable con el que ha crecido.